Frutos sangrantes de amores contrariados del diluvio de los tiempos son las gotas Que al ser meriendan ilusiones rotas Como mendrugos los pájaros cansados
Livio, livio... y yo que pensaba que uno se protegía de la lluvia para no desteñirse, ahora resulta que era para que no se fagocite nuestras ilusiones rotas? No sé dónde está el negocio entonces, de correr hacia un techo. Igual, todo muy lindo, ya me voy. No le quiero espantar a Alicia. Entre santiagueñas hay códigos alto respetables, caramba!
Laviga: jajajajaa, a mi no me espanta, para nada... yo también me he desayunado aquí con lo mórbido de la lluvia... ¿será entonces que Santiago ha sido favorecido?.. digo, como raramente llueve....
9 comentarios:
Con razón a veces duele tanto la lluvia.
Livio, livio...
y yo que pensaba que uno se protegía de la lluvia para no desteñirse, ahora resulta que era para que no se fagocite nuestras ilusiones rotas?
No sé dónde está el negocio entonces, de correr hacia un techo.
Igual, todo muy lindo, ya me voy. No le quiero espantar a Alicia. Entre santiagueñas hay códigos alto respetables, caramba!
y pensar que con un desodorante de ambientes esto capáz sería mucho más optimista...
y bue, se lo sigo debiendo.
Ni te gastes, dea. A Livio le gusta el "ambiente" literario, con su olor y todo.
(perdón, perdón.. ya me iba)
Alicia: Pero un paraguazo bien dado...
Lavi: Q poco romantiscismo vuelva en marzo...
del 2008 claro.
Dea: q sea campos puros del señor
Lavi: No entendés que en marzo?
Que maravillas de palabras, juntas son un tormento.
Me encanta tu manera de decir.
Cariños
Laviga: jajajajaa, a mi no me espanta, para nada... yo también me he desayunado aquí con lo mórbido de la lluvia... ¿será entonces que Santiago ha sido favorecido?.. digo, como raramente llueve....
Malena: Gracias por la visita.
Aún sigo mareado por tus blogs.
Alicia: Pero hierve la tierra por dentro y se traga sus penas.
En el copacabana esto no pasa.
(y bueno, se me apagaron las luces. Trepen a los techos, ya llega la aurora)
Y eso
Ah!
Guarda con frutos!
Nunca, pero nunca nunca jamás vuelvas a mencionarlo.
Tu viga corre peligro
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