sábado, 17 de marzo de 2007

Memorias de un "Tetarra"

Las tetas de Elena eran el orgullo de nuestra organización separatista.
Se las enlazó un compañero acodado en un árbol a la salida del cine. Después con Alfredo las desenroscamos cuidadosamente,las pusimos en hielo y las llevamos a la sede de Escobar.
Los festejos duraron hasta la madrugada .Éramos jóvenes y decididos.
Como toda organización crecimos exponencialmente y de cientos llegamos a miles.
En aquellos días de apogeo como otros preferían las hamacas Paraguayas, nosotros nos tirábamos a dormir la siesta entre las tetas
Pero como dijo nuestro líder ,ante una periodista tetona encapuchada ¿ Es eso tan malo?
¡El dia que inauguramos el pelotero fue una fiesta!
Hundidos en ese vergel… con las manos abigarradas de tetas nos mirábamos gozosos.
Lo cierto es que cuando Elena reconoció al “tanque” Alfredo en una cervecería de Paso del Rey no tuvimos tiempo de nada.
Decenas de burócratas se agolparon en la sede. Se labraron actas y todas y cada una de las tetas fueron decomisadas …¡Los mas viejos lloraban.!. La sociedad nos condenó sin escucharnos.

Años después y en un bar de la ciudad de Campana me crucé con Elena. Me preguntó por la organización , que si seguía existiendo, que la perdonáramos, que ella quería hacer una donación.
La miré largamente y por la memoria de los compañeros… la mandé a la Concha de su hermana.

1 comentario:

absurda y efímera dijo...

Absurdo relato, muy de mi agrado.