Juego al fútbol con mi padre. Qué fácil hacer un gol en un arco tan grande.
Eludo pensamientos como ramas secas y quiebro la cintura. Pero es el turno de mi madre y de su cesta de sandwiches de carne. Y la pelota que rebota en la estatua y le golpea la panza.
¡No quise matar a mi hermano!: grito desde el árbol.
Por unos minutos nos entristecemos. Lo velamos. Regresamos.
Me fascinan las luces del tablero del auto.El silencio es anterior al cansancio.
domingo, 3 de junio de 2007
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1 comentario:
Alguien se esta despertando.
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