Viraje

El billete arrugado soltó la mano que hurgó con desesperación en los bolsillos de mi saco.El taxista dobló por Scalabrini y me hizo señas que interpreté como eximentes del resto del pago.
Cerré cuidadosamente la puerta en señal de agradecimiento y forcé la marcha hasta el portón marrón.Hacía frío.Una vez dentro recibí los abrazos de rigor y una reprimenda por haber llegado tarde.Entonces miré a Rita y vi que estaba con Hugo.O tal vez miré a Hugo y vi que estaba con Rita.
De cualquier manera,acepté una copa con la insípida cortesía del que no valora sus actos y me acerqué al micrófono.
Cuando me tocó el turno de hablar todos creían saber exactamente lo que iba a decir.
O casi todos.

:-Rechacé la beca en Londres y sigo en la clase.