viernes, 29 de junio de 2007

La trapecista y el payaso

Arriba

Las manos que la lanzan la recobran.
Suspira el aire.

Abajo

Quisiera borrarla de su vista con un beso
y entibiar sus ojos en sus manos.

Arriba

Las yemas de los dedos potencian el orgasmo
se deshacen los amantes

Abajo

El payaso rueda por las escaleras
llora un niño en el regazo de su madre

miércoles, 27 de junio de 2007

Mosquitas muertas

M(1) Te persiguen con flit y en el piso hay unas planchuelas con boligoma que ni bien caés quedas pegada... después como a la hora ,te largan arañas salvajes y te comen viva!!
M(2) Pero si estamos muertas...
M(1) Si… pero es igual de horrible!! ¿Te acordás de Tamara?
M(2)¿La de las alitas postizas?
M(1) Sí.
M(2)¡Pobre gorda!...

domingo, 24 de junio de 2007

Fuerte

No la molesta el roce de los dientes con su lengua. Antes mas bien,lo besa con esmero.No la inquieta la insidiosa posición del cuerpo ajeno, ni la íntima fricción en la entrepierna. Sus ojos piensan en el llano y la tormenta, en el malón y en la guerra.

viernes, 15 de junio de 2007

La justa

No le temía al tigre de tus ojos ni a la encendida mecha del tibio experimento.
Le temía al forcejeo de miradas, al acto reflejo y a tu zarpa tornasolada.

En opinión de la sangre que baja por el cuello fue demasiado amor.

viernes, 8 de junio de 2007

Mirador

La luna se droga furiosa, hipodérmica. Los dealers la venden en el río.
Las agujas abren la carne y el ritual se expande. Duermen boca arriba algunos, los culpables.
Otros enceran la bola de sus ojos y reparten sus miradas. Azules,verdes, anaranjadas.
Se agrupan en círculos y babean sus ideas.
Ya más tarde, la luna se cansa y los deja.

A grandes males...

Los niños-paloma comen mierda del suelo. Se atrabancan, carraspean y se tiran pedos.
El gobierno proyecta hacerlos crecer con una inyección de potasio en los genitales

domingo, 3 de junio de 2007

Picnic

Juego al fútbol con mi padre. Qué fácil hacer un gol en un arco tan grande.
Eludo pensamientos como ramas secas y quiebro la cintura. Pero es el turno de mi madre y de su cesta de sandwiches de carne. Y la pelota que rebota en la estatua y le golpea la panza.
¡No quise matar a mi hermano!: grito desde el árbol.
Por unos minutos nos entristecemos. Lo velamos. Regresamos.
Me fascinan las luces del tablero del auto.El silencio es anterior al cansancio.

Florence Nightingale

En días donde las decisiones grossas pasan por kleenex o carilina lo único que quiero es una enfermera.
Que no la arredren los olores ni mi escasa propensión al diálogo.
Que teja un pijama con mi nombre en letras celestitas , grite los goles de San Lorenzo y diserte sobre el fuera de juego.
Eso.